Cobradores de deudas
Cobradores de deudas, ¿quieres saber cómo evitarlos?
26 de febrero de 2021
Por iMorosity
En algunos países de la unión europea recientemente han aparecido nuevas empresas de recuperación de deudas, las cuales se dedican a ofrecer servicios de cobradores de deudas para los morosos que se niegan a responder ante ellas.
Las empresas de recuperación de deudas cuentan con métodos muy radicales para someter a los morosos a situaciones de vergüenza pública y tientan contra la privacidad de sus perseguidos al llevar a cabo sus servicios incluso en sus lugares de trabajo y descanso.
A continuación, conocerás un poco a cerca de estas personas y lo que tienes que saber para evitar que algún día puedan tocar a tu puerta y hacer de tu día a día un verdadero suplicio.
¿Qué son los cobradores de deudas?
Los cobradores de deudas por lo general son personas contratadas para atosigar a un moroso y conseguir así que salde sus deudas cuanto antes. Estos suelen dedicarse a llamar la atención del público y acompañar al moroso a donde quiera que vaya recordando constantemente que debe pagar sus deudas con su contrastador.
A simple vista, estos personajes pueden parecer muy graciosos o ridículos, pero visto desde quien es atosigado se vuelve algo muy estresante e invasivo, pues generalmente sus métodos pueden ser escandalosos y entorpecedores para los morosos que tratan de llevar su rutina diaria con normalidad. Lo cierto es que saben cómo elegir a sus víctimas. Nunca verás a un cobrador de deudas acosar a los famosos que encabezan la lista de morosos de Hacienda 2021.
Los cobradores de deudas suelen ir disfrazados de tal forma que pueden resultar tétricos, extravagantes, divertidos, con temática eclesiástica,… pero siempre con el mismo objetivo: llamar la atención.
Viajan en vehículos igualmente llamativos y se dedican a ser muy ruidosos durante sus actividades. Los morosos pueden experimentar todo tipo de incomodidades hasta el punto de sentirse acosados por estos cobradores. Te preguntarás si realmente son legales los cobradores de deudas, sigue leyendo para descubrirlo.
¿Cuántas veces pueden llamar los cobradores de deudas?
Tradicionalmente, los mecanismos de cobranza consistían en llamar varias veces a la semana recordando al moroso que debe cancelar sus deudas, así como enviarle cartas y correos electrónicos. Utilizan cualquier forma de contacto con el fin de que el moroso lo recuerde a lo largo de su día y no consiga sacarlo de su cabeza.
Cuando el asunto es administrado por una empresa de recuperación de deudas es posible que un moroso pueda ser llamado hasta unas 50 veces al teléfono para recordarle que debe pagar; eso sin contar que la frecuencia de correos electrónicos será mayor. Su objetivo es agotar a las víctimas hasta que accedan a pagar las deudas, al igual que hacen los teléfonos 807.
La principal estrategia siempre será acabar con la reputación del moroso, desacreditando y acosándolo hasta el punto de que divulgue su propia condición de moroso. Es importante resaltar que todos estos métodos son solo aplicados en España, en donde no existen regulaciones legales al respecto.
¿Son legales los cobradores de deudas?
España es un caso singular en cuanto a sus leyes de vulneración de honor y privacidad a sus ciudadanos, aunque existen casos en los que algunos morosos han podido reunir evidencia suficiente para llevar estas empresas a juicio.
En la Constitución Española, en su capítulo de los derechos fundamentales de los españoles, dicta en el apartado primero de su artículo 18: “Se garantiza el derecho a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”.
Por lo que es de esperar que cualquier persona que sea perseguida por otra utilizando un disfraz y realizando constantes acusaciones durante todo su día definitivamente pueda considerarse como un acoso.
Ante la inexistencia de algún instrumento legal que regule los procedimientos que estas empresas aplican para reclamar el pago de deudas, muchas personas han tenido que sucumbir ante todo tipo de situaciones que comprometen su privacidad y honor.
En resumen, las actividades de los cobradores de deudas vulneran los derechos constitucionales de los ciudadanos y les despoja de su intimidad personal y su privacidad, por lo que desde siempre ha sido ilegal, solo que carece de instrumento legal que ampare situaciones específicas.
¿Cómo evitar los cobradores de deudas?
La forma más efectiva de evitar la presencia de cobradores alrededor es evitando figurar en los ficheros morosos. Esto se puede lograr a través de empresas especializadas en ello o simplemente por el pronto pago de las deudas.
Normalmente solo aquellos morosos que se niegan a pagar por convicción propia son quienes reciben la visita de estos personajes, y es así debido a que quienes contratan los servicios de estas empresas suelen ser empresarios que se encuentran en estado de impotencia y desesperación por su propia situación.
Por lo general, las instituciones bancarias no acuden a estos métodos por ya contar con los suyos propios que se apegan a los márgenes de la ley y la privacidad, pero si se trata de algún agente de financiamiento que solicita la cancelación de sus intereses, entonces será cuestión de tiempo para que se note su interés por finalizar la relación financiera.
¿Cómo tratar con los cobradores de deudas?
Sin duda, la violencia no será la opción. Ante el acoso por parte de estos individuos, lo mejor será consultar con un abogado para conocer los límites legales a los cuales la presencia de este cobrador comprometería los derechos civiles.
Cada empresa de recuperación de deudas tiene sus propias políticas en cuanto al nivel de intromisión en la vida del moroso, también para salvaguardar la integridad del cobrador cuando comprometa la paciencia y tolerancia del moroso.
Existen casos en los que un moroso podrá ser solicitado por más de un cobrador de deudas, estos suelen implementar una modalidad similar a la que la empresa argentina de cobros de Buenos Aires introdujo hace algunas décadas. Consistía en vestir de chaqué y galera y visitar al moroso en coches convertibles llevando una maleta en mano en la que pone algún eslogan pintoresco.
Con el tiempo, este trabajo ha pasado a ser parte de la cultura española, por lo que se ha reinventado en cuanto a las vestimentas, pudiendo encontrar disfraces de monje franciscano, de gaitero escocés, de torero, de «El Zorro», de payaso, de pregonero, o hasta de pantera rosa.
Este es un tema delicado una vez que se vive en carne propia, por lo que lo mejor es mantenerse alejado lo más posible de una situación parecida, evitando las cuantiosas deudas.
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